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  • Diario Digital | viernes, 29 de marzo de 2024
  • Actualizado 12:05

Perdidos en la lucidez

Hoy he vuelto a ver al rey lúcido y solvente", confesó Pablo Iglesias después de reunirse con Felipe rey para intentar aclarar el enredo de la gobernabilidad del país antes de despeñarnos en otras elecciones generales.

Perdidos en la lucidez

Hoy he vuelto a ver al rey lúcido y solvente", confesó Pablo Iglesias después de reunirse con Felipe rey para intentar aclarar el enredo de la gobernabilidad del país antes de despeñarnos en otras elecciones generales. Todos están lúcidos y todos andan despiertos pero, aquí y ahora, lo único que funciona como un reloj es la hora que marca la UEFA para celebrar una competición de la que el personal sí está pendiente.

El hombre que calibró la lucidez de un monarca que nadie ha elegido llegó 15 minutos tarde a la cita porque se perdió dando vueltas entre las entradas de palacio. Tiene collóns el asunto, tanto para los de la izquierda que representa como para los de la derecha que lo detestan. Manejar la brújula no es lo suyo, según ha confesado abiertamente. Y las historias prosaicas están muy bien cuando te bajas unas cañas, pero no resultan tan simpáticas cuando no tienes un can para pagar la consumición.

En la campaña de las elecciones municipales que catapultaron a Gerardo Conde Roa como alcalde de Santiago de Compostela, también el cabeza de cartel llegó tarde a una cita cuando se esforzaba como voluntarioso candidato. El hombre se equivocó a la entrada de A Coruña y hubo que ir a buscarlo para que el personal no malgastase más tiempo del necesario. Uno de los asesores más cercanos a Manuel Fraga en la época en la que mandaba un Perú agarró un cabreo considerable por el retraso de su colega de partido. "Cómo vas a pretender gobernar la capital de Galicia si no eres capaz de entrar en línea recta para llegar a una entrevista en A Coruña", le espetó en toda la jeta.

Hoy y ahora, Pablo Iglesias habla de la "lucidez "de un monarca que la peña pone en duda, pero igual hay que tragar coleta para que todo siga igual. El discurso de ese hombre que parecía no casarse con nadie ya no lo comprende ni una rapaza de quince años atenta a lo que pasa. Estamos tan perdidos en la lucidez que creen tener algunos que lo mejor es que sigamos igual Este país, para consuelo de Mariano Rajoy, repetirá las elecciones a las que nos han condenado. Hubo un día en el que unos cuantos que acaban de llegar creyeron que esto es un claustro de instituto y hubo otros que decidieron pasar el tiempo hasta que sonara la campana. Los tontos hemos sido el resto-